
Desde hace casi tres meses, tengo una naranja enorme de Valencia puesta en mi habitación de Barakaldo. Está ahí, en la estantería, y nunca la he movido. Todas las noches la observo antes de dormir.
Algún sentido tendrá, pienso.
Buenas noches. Felices sueños.
a veces las cosas mas simples son las que mas sentido guardan.
ReplyDeleteJavier Muñoz :
ReplyDeleteEl disecador de naranjas.
...dijo..., estoy de acuerdo con gessy. Pero si es necesario, disecaré la naranja.
ReplyDeleteYo de ti, la momificaría. Cómprate un libro de pirámides y ponla en el centro, a un séptimo de la altura, orientada hacia El Cairo.
ReplyDeleteEl otro día leía que qué gran logo se han perdido los de Orange. Fijo que son los rayos gama o así de los telefonillos...
ReplyDeleteEl sentido de la naranja es bien sencillo: tu destino está en Valencia, y si no, al tiempo.
ReplyDelete¿Irme de Bilbao, Peter? ¿A una capital de provincia?
ReplyDeleteserás guarro, mira que intentar darle un sentido a que te olvidaste el almuerzo en la estantería y lleva allí meses por pura desidia...
ReplyDeleteNo, Jontxu. Los gordos almorzamos manzanas, como las modelos, no naranjas.
ReplyDeleteQuizás sea la naranja mecánica, que nunca se pudre.
ReplyDeleteA mí me parece que puede ser el detector de terremotos barakaldés: si cae la naranja, escala 3'5 pa'rriba, oye.
ReplyDeleteO quizás la naranja de la miel... de la miel de naranja San Francisco.
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