
Se puede viajar lejos, muy lejos; a ninguna parte ya. Lejos, al pasado más reciente de recuerdos inertes, en los que nada es, sólo fue.
Abrí la bolsa de ropa, toda más o menos doblada: algunas camisetas, calzoncillos, calcetines, el chaleco de punto; un par de libros y la invitación de boda.
Suavizante, huelo –los olores me zarandean-. Y veo sus manos como si pudiera tocarlas, tan frágiles. Elijo una mirada, la más suave de un repertorio infinito de verdes; algo parecido a una sonrisa a punto de tensarse que, al final, rompe en una delicada risa que lo inunda todo. Su risa. Y escucho su voz capaz de ternura, por última vez, temblando desde el corazón a la garganta.
Y algo en mi, cierta dureza, se quiebra por dentro.
esa última frase debería recordarte que toca ya el cambio mensual de gallumbos.
ReplyDeleteComo cada mes, Jontxu: los tuyos por los míos.
ReplyDeletegambas con gabardina, carne en los huesos, carne en los huesos, lengua con beso, loco de la colina, cuerda de presos...."
ReplyDeletecarne con gabardina, huesos de la colina, presos con lengua, cuerda de loco...
ReplyDeleteAsí parece de Sabina ;-)
es de sabina
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