Thursday, May 03, 2007

Van Gogh


Después de leerse Las Cartas a Theo, me dijo (recuerdo su voz quebrada, los ojos castaños, enormes, tiritando, a punto de precipitarse como dos lunas al océano):

- No era un loco, ¿verdad, Javier? Dímelo, por favor. Que no estaba loco.

Ya no sé bien qué le respondí.

3 comments:

  1. Fijo que eso es un sucedido en el saloon donde toco el piano los viernes:
    -Mus, monaguillo -dice tirándole ters cartas
    -Toma cartas, ateo -le contesta el otro con desprecio, mientras le despacha tres cartones.
    Perdón por mi mal chiste, pero es que llego al final de la semana -laboral- agotado...
    PD: Menuda castaña de verificación. llevo tres y no entra...o me estoy haciendo muy pesado

    ReplyDelete
  2. La verdad: estaba loco, era raro (afortunadamente para nosotros).

    ReplyDelete
  3. Afortunadamente para nosotros.

    Emociona.

    Pero él vivió una vida literaria.

    ReplyDelete