
Ahora que las despedidas son reales, ahora que la realidad me saca a patadas de la vida literaria, ahora que la literatura ya no sirve de trinchera.
Ahora invento y me refugio en teorías desesperadas: No pierdas el tiempo echando de menos. De menos no existe. Hay lo que hay.
Por suerte, tengo amigos como Gonzalo: Siempre fuiste un melodramático. La próxima vez quítate el calcetín sucio y méteselo en la camiseta. Seguro que eso sí lo coge.
Escribirlo ayuda, como un atajo en el espacio-tiempo.
ReplyDeleteLa nostalgia ya no es lo que era.
Echar de menos no es perder el tiempo. Existe. Y duele. Pero es necesario. Cuando uno tiene personas de las que despedirse significa que tiene mucho. Además... ¿quién me dijo que para volver es necesario irse? ;)
ReplyDeleteAyuda, Pianista. Es cierto.
ReplyDeleteTienes razón, Marta. Ahora cambiamos los papeles. "Lo sé, pero".
A mi no me parece mal echar de menos... a lo mejor soy un poco masoca... me gusta... significa que hay algo... sería peor no echar de menos... A veces cuando estoy de bajón me da rabia estar lejos de algunas personas... y entonces si que me molesta echar de menos... pero si el bajón es muy profundo o me está molestando demasiado echar de menos, me cojo un bus y voy a verlas!!
ReplyDeleteDistanciarse de la distancia. Otra teoría. Más palabras.
ReplyDeleteYo creo que a veces te pasas...Lo haces a posta..en fin...
ReplyDeleteSerá eso, será que para ti no existe...¡venga ya! echar de menos es un sentimiento, que se vive, se SIENTE. Y no es MALO, es Real.
Cuantas veces lo habrás pensado...cuéntalas... Si son muchas, es porque NO EXISTE,claro, te tendremos que dar la razón y todo.
¡Cómo me gusta el erretrato!
ReplyDeleteGrazias, Ander.
ReplyDeleteBs. Algo hay que inventar. Para que las cosas duelan menos. Inventar mentiras ilusorias.
Ya, MAría, ¿pero cómo lo arreglas cuando echas de menos a quien no quiere echarte de menos a ti? Ahí los buses no ayudan mucho, ¿no?
ReplyDeleteMonica, me pasa con una amiga... pero... entonces, (es triste lo sé), me resigno... no puedo obligar a alguien a que me eche de menos...
ReplyDeletePues menudo despertar me han dado las mentiras ilusiorias..Las cosas duelen; pero existen. Un día se llora, otro día se carcajea.
ReplyDelete"echar de menos" no es otra cosa que querer en la distancia. Y querer, es siempre querer. A veces se llora, a veces se ríe.
ReplyDeleteit, la violinista
¿La chaquetilla se la pusiste tú? Es como ver a una estrella ochentosa..., nada que ver con la imagen contemporánea de gondolero.
ReplyDeleteAbrazo pa los dos.
jajajaja.El retrato es del 98. Gonzalo era bohemio. Ahora es un moderno.
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