El mejor muñeco es Pipo fumador, que lleva haciendo las delicias de grandes y pequeños desde los años cincuenta. El chaval era un provocador, un rebelde y contestatario bribón que se fumaba unos cigarrillos inocuos ante el asombrado gentío, que aplaudía la desfachatez temeraria e insalubre del mandria de peto verde y gorra roja. Los problemas venían cuando apuraba demasiado sus pitillos y acababa chamuscándose la faz de pillo, justo fin a tanto vicio.
Ese muñeco es un cochino, se toca delante del perro y de la cámara.
ReplyDeleteEl mejor muñeco es Pipo fumador, que lleva haciendo las delicias de grandes y pequeños desde los años cincuenta. El chaval era un provocador, un rebelde y contestatario bribón que se fumaba unos cigarrillos inocuos ante el asombrado gentío, que aplaudía la desfachatez temeraria e insalubre del mandria de peto verde y gorra roja.
ReplyDeleteLos problemas venían cuando apuraba demasiado sus pitillos y acababa chamuscándose la faz de pillo, justo fin a tanto vicio.