Sabía que la "Breve historia de un cuadro" provocaría algún comentario mordaz, o condescendiente. Sólo quería contar una historia; que yo sea uno de los personajes es algo prescindible, circunstancial. Podría tratarse de otra persona, de hecho, ya no soy aquél. Aunque aquél se parezca a mi.
Yo sólo escribo.
Porque sólo cuando escribo, encuentro un final.
Ya guapo pero resulta que eres tú el de la historia y no otro. No podría ser cualquiera. Sólo a ti pueden pasarte esas cosas... Otro no hubiera esperado pintando un cuadro y no se si otra lo habría raspado.
ReplyDeleteHa enunciado usted el principio sobre el que se vertebra el noble arte de la manipulación.
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