
Amis (o Aramis): Pese a su "sex appeal", este refinado chucho no consiguió el papel de D'artacan en la ochentera serie de animación, D'artacan y los tres mosqueperros. Algunos detractores -entre ellos Troilo, el perro de Antonio Gala- extendieron el rumor de que sus lomos estaban infestados de pulgas. Sumido en el desamparo de la impopularidad, se entregó a los piensos compuestos y a la ingesta de aguas ponzoñosas.
Fuentes anónimas aseguran haberle visto vagar por Malasaña, rabioso, florete en mano, recitando los versos más desesperados de Panero.
Quizá se le aparezca Michi con una caja de lenguas de gato...
ReplyDeleteEspero posts especiales dedicados a Lombriz y Tíler.
ReplyDeleteEspero post especial dedicado al Can-Tinflas.
ReplyDeleteEspero que le dediques una historia al perro andaluz sin domesticar, ese que ladra a las puertas del cielo...ese perro que ladre a las princesas.
ReplyDeleteY a Can-Danchú, que no es perro chino ni sabe kunfú... Ya está bien de esperanzas. Optemos por un perro.
ReplyDeleteKlau fue el sanbernardo (así, todo reajuntao) del albergue universitario de Sierra Nevada. Más de setenta kilos y obsesión por chupar a quienes se atrevían a fotografiarse a su lado.
¿Que me haces una foto?, pues ahora te lleno de babas. Así, los fotografiados siempre tenían dos imágenes con Klau. En la primera posaban cabeza con cabeza con el perrazo. En la segunda salían borrosos por el movimiento mientras Kalu los inmovilizaba y los chupaba.
Un grande, Klau.
Incluiremos a Klau, Eresfea.
ReplyDeleteHabría que incluir también al perro de Imenasa, famoso por sus largas jornadas laborales. Y al perrito Caliente...
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