Wednesday, January 17, 2007

Apretado


Salí apretado de casa. No me había dado tiempo a pasarme por el baño, era tarde y tenía que coger el autobús de las 7.30.
Pero el autobús ya se había marchado cuando llegamos a la parada, así que entramos a una cafetería. Sólo la palabra café ya produce en mí un efecto laxante. Pedí uno con leche y fui directo al lavabo. El apretón me apretaba con fuerza cuando abrí el de caballeros y no había papel: “a la mierda”, dije. Y volví a la mesa, encorvado. Le pedí kleenex a Susana: “No tengo”, dijo.
Intenté sentarme a su lado pero el asunto estaba feo, así que me erguí y fui a la barra, tan digno como pude. Hice un aparte del resto de clientes, siseé al camarero: “por favor”.

- ¿Tiene papel de baño?, musité.

- ¿Eh?

Me recompuse.

- Ejem, si tiene papel higiénico.

- ¿Dónde?

- En el baño.

- No sé.

- No, no tiene.

- No sé.

- He mirado y no había.

- Puede ser.

- O sea, he entrado antes al servicio.

- ¿Para qué?

- Necesito ir al…

- ¡Ah! No sé. Voy a mirar.

Le acompaño. Mira. No hay.

- Tienes razón. Ahora te traigo.


Y lo trajo.


En la imagen, el perro del higiénico.

5 comments:

  1. Anonymous3:51 AM

    ¡No hay derecho! Es mejor que el mío!

    ReplyDelete
  2. Acampábamos en una playa. Había tormenta de arena. Había papel. Pero no tenía váter. Desde la carpa nos reíamos viéndolo a él, con los ojos entreabiertos, en posición de arquero, a punto de atajar el penal.

    ReplyDelete
  3. Qué suerte. A mí me contestaron que "de momento no":

    http://vespana.blogspot.com/2006/05/soy-un-mal-amigo.html

    ReplyDelete
  4. Anonymous9:46 AM

    no sé, supongo que sino podrias haber ido afuera a coger hojas de un árbol.

    ReplyDelete
  5. Anonymous2:54 PM

    Ander, eso es como lo de Felipe González y la OTAN.

    ReplyDelete