Saturday, January 20, 2007

Naufragio


Perdóname por no haberte esperado cuanto hiciese falta.

Fue tan fácil engañarse, engañarte –no sabía verte, aun no estabas-.

La impaciencia, ya ves.

¿Cómo pensar en tí?

Para qué pensar en tí.

Y aunque era un soñador, con torpeza fui rompiendo cada sueño.

Hoy, como un fantasma y sin poder volver atrás, te ofrezco lo único que queda:

Los restos de un naufragio.

3 comments:

  1. Anonymous4:52 AM

    Hay esperas que, sin embargo, no merecen la pena. Nunca se sabe dónd está la suerte.

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  2. está bien esperar siempre, con paciencia, a la persona que Es. La suerte queda para la ruleta. Nunca es cualquiera.

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  3. Anonymous6:47 AM

    Siempre y cuando la ruleta no seamos nosotros. No hace falta esperar cuando alguien ES. Todo es un simple e infinito encuentro, siempre en en presente. Sin pasado ni futuro. Sin esperar. Ahora.

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