Monday, February 12, 2007

Trueque


Ya, ya sé. Había prometido que j. (el bicho) cogería las riendas del canódromo. Pero resulta que, en Túnez -hermoso país, por otra parte-, nadie ofreció por mí un sólo camello.
Un buen hombre –medio beduino- me tasó en dos dátiles, pero dijo que sólo me los daba si desaparecía de su vista. Así que los cogí y me largué, claro. Durante tres días instruí a los dos (Jota1 y Jota2) en gramática española e incluso, una tarde, les puse a leer El Compromiso, de Dovlatov.

Ya estaban más que adiestrados los dos para continuar el Blog cuando –colocados frente al teclado- caí en la cuenta de que –pobres dátiles- no podrían nunca escribir siendo mancos.

Celebramos una reunión de carácter urgente.

Y luego me los zampé.

En la imagen, Jota1 y Jota2; el tercero, un advenedizo.

5 comments:

  1. Jajaja, entonces, tú comiendo dátiles, y nosotros teniendote de vuelta.

    Al final, hemos ganado todos :)

    ReplyDelete
  2. Anonymous1:17 AM

    Con un camello lo habrías logrado. Esas dos jorobas...

    ReplyDelete
  3. Bienvenue, monsieur Deglet Noir!

    Et la Tunisie?

    Aurrevoire, dijo Voltaire,
    echando la txapela al aire

    ReplyDelete
  4. Anonymous1:34 PM

    Vamos... J!!! no te hagas de rogar... quiero historias tunecinas ya!!

    ReplyDelete
  5. Anonymous2:10 AM

    Bueno ultimamente te haces muy amigo de frutas...no me extraña esta historia.

    ReplyDelete