
Ellos en un banco.
Parecía que nunca habían hablado en la vida; igual que desconocidos, como extrañados de encontrarse así, el uno junto al otro. Él la miraba como quien se mira a sí mismo; ella miraba a otra parte.
El dijo, Jamás.
Ella agachó la cabeza.
(Silencio)
Ella se fue primero, él, un buen rato después.
Me senté allí. Había algo escrito en el suelo:
No sabes cuanto.
Ojalá la voz...
ReplyDelete"Él la miraba como quien se mira a sí mismo..."
ReplyDeleteMe gustó :)
Saludos!
ohhhh...precioso...no sabes cuanto.
ReplyDeleteLa historia tiene algo de real, ... dijo..., no sabes cuanto.
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