En 1999, expuse por primera vez. Salió una pequeña entrevista con fotografía en el periódico.
En un bar, una chica me reconoció:
- Tu eres el pintor, ¿no? Leí la entrevista del Diario.
- … pues… sí. Puede que sí.
- Serás de los que pintan por amor al arte…
- No. Sólo por dinero. – Dije eso, no sé porqué.
Desapareció espantada. Lógico.
Hoy he vendido un cuadro. Alguien me ha preguntado:
- ¿No te da un poco de pena deshacerte así de una obra, no es como perder un hijo?
- Sí, un poco de las dos cosas. Pero poder pagarse uno la comida, al menos de vez en cuando, también tiene su aquél.
Javi pintas en un garaje. Pintas por dinero. Para poder pagarte las cervezas en el parque.
ReplyDeleteAfortunadamente, la ceveza genérica cada vez está más barata. Claro, sabes que siempre acabo invitando yo. Glu, glu, glu
ReplyDeleteSigue pintando, necesito cerveza.
ReplyDeleteVender el arte es diseminarlo, es compartir la belleza. Es caridad.
ReplyDeleteel problema javi es que comes mucho, pero mucho mucho...
ReplyDelete...pero mucho, mucho mucho mucho...
ReplyDeleteSisi. Y antes más, ya sabes. Así no hay quien llegue a fin de mes.
ReplyDelete¿Quién puede mantener este desenfreno gastronómico?
Así que vender un cuadro es como comerse a un hijo.
ReplyDeleteCuando los últimos habitantes de la isla de Pascua no tuvieron más remedio que dedicarse al canibalismo, el peor insulto que podían lanzarse era éste: "La carne de tu madre se queda entre los dientes".
Si alguna vez un comprador te dijera algo parecido, sería terrible. Tu lienzo se me ha hecho bola.
(Y ya decían F&C que, aunque aparezcan faisanes, nunca hay que comerse un bodegón. Porque los cuadros son del año de la pera y y están todos los alimentos caducados).
ReplyDeleteGoya pintó Saturno devorando a sus hijos. Autorretrato, seguro.
ReplyDelete...mucho mucho mucho mucho...
ReplyDeleteJjajjajaa. Lo estaba esperando, Jontxu. Pero piensa que puedes estar toda la vida así. Iru entró en un bucle sin salida.
ReplyDelete¡Lentejas, lentejas!
ReplyDeleteSi los bodegones son del año de la pera, entonces depende. Si la pera está recién cogida, todavía se puede comer el bodegón. A mí el lienzo siempre se me queda entre los dientes.
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