
Carta 1:
P.D: No paro de llorar. Te quiero, te quiero, te quiero.
Carta 2:
P.D: Sólo espero el día que vengas aquí, a verme, a estar juntos. No dejo de pensar en ti cada minuto. Te quiero, te quiero muchísimo.
Carta 3:
P.D: Te quiero mucho.
Carta 4:
P.D: Te quiero.
Carta 5:
P.D: Te echo de menos.
Carta 6:
P.D: Te gustaría este lugar.
Carta 7:
P.D: He conocido a alguien que me recuerda a ti. Te llevarías bien con él.
Carta 8:
P.D: Lo siento, lo siento mucho. Siempre habrá un sitio para ti en mi corazón. No ha sido culpa de nadie. Lo sabes.
Triste..pero bonito.
ReplyDeleteReal...
ReplyDeleteTodo eso, sí pero también terrorífico: da miedo...
ReplyDeleteBonito. Triste. Real
ReplyDelete¿cómo se hace para aprender a vivir sin las cartas que un día alguien te envió?¿cómo para no vivir esperando la siguiente carta, esa que nunca llegó?
it
uy... a mi esas cartas me pesarían un montón!!.
ReplyDeleteCon paciencia it, con mucha paciencia.
ReplyDeleteEstá muy bien.
ReplyDelete¿Continuará?
La carta que nunca mandó. La carta que quedó por escribir.
Aquí la receta es tiempo. Y a otra cosa. Eso suelen decir, ¿no?
ReplyDeleteSuelen decir tantas chorradas.
ReplyDeletePor mucha escalera que te den, el porvenir no siempre es dulce.