
Escribo la dirección del blog de L, recién estrenado. Enter. Aparezco en otro: una bitácora fosilizada. Tiene una sóla entrada, del 19 de diciembre de 2006. Leo el nombre del blog, Mariposa, y el del usuario, M.J. Releo incrédulo porque M.J, por los datos y el nombre del blog, sólo puede ser M.J. Por supuesto, no sabía que ella hubiese empezado a escribir nada en ningún sitio nunca. Pero sin duda se trata de ella.
M.J vive en Puertollano, L es de Rentería. Las dos son amigas mías, sin embargo, no se conocen entre ellas. Probablemente, ni siquiera haya hablado a una de la otra. Ahora, están en un mismo punto de la inmensidad de la red.
Miro bien la dirección que he puesto: nada. Repito la operación varias veces, hago pruebas:
que haya errado en una tecla, la E por la O, todavía lo vuelve más inquietante.
La caualidad no existe. Inquietante. Me encanta la foto.
ReplyDelete¡Caramba!
ReplyDeleteCoño, este post tan lleno de iniciales parece un Salsa Rosa.
ReplyDelete¿En serio que V.A. se enrolló con P.L?