En la calle
Huele a mordisco.
(Joana, 2009)
Nota: Un año que no veía a Joana (ella tiene tres). El sábado, exploramos con Mònica el Casco Viejo. Fiesta con globos en el castillo de la Plaza del Castillo y malos con tambores que no daban miedo (tampoco las furgonetas apostadas de la Policía Nacional). Junto a Joana la realidad es otra cosa, algo que está ahí afuera, plastilina a merced de una fuerte imaginación.
No diré más, ya Mònica cuenta las mejores aventuras en el Quiosco de Malaquita.
(La ilustración, de Joana y mía)
Gracias, J. La verdad es que hacéis una pareja estupenda.
ReplyDeleteEs tan bueno lo de huele a mordisco... que eclipsa al resto del texto
ReplyDeleteDi que sí, Mòmo.
ReplyDeleteSí, sí, Orejillas. Es que es genial.
eres azul
ReplyDeleteNú. Rojo.
ReplyDeleteEncuentro al autor del cobicabrón en ese protomiquimáus disfrazado de marioneta...
ReplyDeleteAbrazo.
A mi cuaderno de memorias de Africa le falta un dibujo así (claro, allí no teníamos colores, jeje). A ver si Joana me ayuda a darle vida.
ReplyDeleteDibujo callejero a cuatro manos con lápices de colores sobre papel-¿moleskine?
ReplyDelete¡Me encanta!
Si eresfea. así se cierra el ciclo, jaja.
ReplyDeleteMarc, Joana diría que con el rosa (color princesa) bastaría. Tienes una sobrina increíble.
Le enseñé el cuaderno de acuarelas que me regalaste. Quería pintar ahí, claro... así que... para compensar usamos la moleskine. Lo pasamos muy bien.
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