Tanta Belleza
Pasó por casa para ir con nosotros a la Iglesia. Tan sólo quedaba una hora para la boda de Mercedes y Javi. Ella me pilló en el baño, agachado, con el secador en una mano y la cabeza en la otra. Así que la recorrí de abajo arriba. No voy a describirla, no puedo: no soy lo suficientemente bueno. Me consuela pensar que una fotografía tampoco serviría de nada. Sólo para mí queda la presencia en ese momento único: la contemplación y un leve recuerdo. Ya no sé si me explico.
Saludó a Mónica y, entre risas, dijo que nos esperaba en el recibidor, que con los tacones tardaría una hora en bajar las escaleras.
En una de las paredes de la entrada, cuelga un cuadro que pinté hace diez años, La cabeza en las manos y, justo en frente, hay un espejo.
Al bajar las escaleras de caracol, me sorprendí mirándola por un hueco entre peldaños, tan bella, dándole la espalda al espejo.
Acariciaba el cuadro con la yema de los dedos.
En la imágen, La cabeza en las manos.
6 Comments:
Significativo: tan bella y le daba la espalda a un espejo. Y acariciaba el cuadro con la yema de los dedos.
Ese cuadro tiene ìnta de resaca stoniana.
Muy chulo, J (punto). Lo has contado muy bien.
Venía a subrayar lo mismo que Marta! solo con el detalle de darle la espalda al espejo me ha caido bien tu protagonista
esa foto no le hace justicia al cuadro.
Recuerdo ese cuadro en tu casa. No sé si me gusta, creo que me intimida un poco y otro poco mueve mi compasión. Creo que sí me gusta.
Espectacular el cuadro. Me gustaría ver más.
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