Aitor, el poeta
Encontré en un relato estos versos de Aitor Aldaya. No tenían título, sólo la fecha: un escueto 98.
Aquel compañero huidizo
que con la noche mutaba,
una vez embalsamado en vino
y ahumado en cannabinoles,
hasta convertirse en esbozo
de lo que era,
en modelo para sus esquizofrenias coloristas.
Podría quebrarse con un soplo;
Parecía enfermizo y delicado
Como la rosa de Exúpery.
A pesar de conocer campos
Inmensos de inmensas rosas,
Él seguía siendo
La niña de nuestros ojos,
El Lennon locuelo de nuestra banda
Que sabíamos iba a ser cercenado.
El tiempo, la distancia,… nos perdió de vista,
A pesar de conocer tu vida y maravillas.
Te conocí y apuntabas alto.
Te reencuentro y me he perdido lo mejor.
Te encuentro como más me gustabas,
Abrazado al suspiro de una chica,
Agarrado a la mano de una jarra,
Colgado del humo como un Cristo
Flotante de Dalí.
Háblame, columpiate en mi cuello,
Fuma de mi tabaco y bebe de mi vaso;
Jamás conocí mejor manera de dilapidar;
Tan gustoso y orgulloso.
Quizás cuando invitaba al otro genio
A droga y el había nacido narcotizado.
Como tú. Como yo.
El relato se titula La Banda del Barniz y es de ese mismo año. Lo escribió aquel compañero huidizo.
6 Comments:
Y este Aitor tenia algo con Lennon?? porq lo parece... :-p
Un saludo!
¡Coñe, Lennon y Panero todo en uno!
¿...y fuiste cercenado...?
A diario. Además.
Un poeta nato se ha perdido la Galaxia Guttemberg...
Un poeta de letra fina y dardo envenenado...
La banda del barniz??? Eso me suena a banda de cuatreros con trujillas en boca...que bonito!
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home