Destiempo
Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren
entre la multitud de la igualdad de los días.
Nuestra debilidad cifraba en ellos
nuestra última esperanza.
Pensábamos y el tiempo que no tendría precio
se nos iba pasando pobremente
y estos son, pues, los años venideros.
Todo lo íbamos a resolver ahora.
Teníamos la vida por delante.
Lo mejor era no precipitarse.
(Enrique Lihn)
1 Comments:
Me ha encantado la poesía, jotillín. No somos conscientes, a veces, que matar el tiempo, perderlo, equivale a matarnos a nosotros mismos. Y eso sin tener en cuenta que además el tiempo no nos pertenece...
bettyboop
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