Los que escriben (6) Inocencia
No sé qué vocación se resuelve sacando de paseo a un tullido, pero a ella todo le parece estupendo: la silla de ruedas, la manta escocesa sobre mis rodillas, esta hora de trabajo por la que no va a cobrar, la excursión por la Ciudadela, el airecillo de la tarde. Se llama Federica, pero quiere que le llame Fede.
-Es un nombre de mensajería… –le digo para fastidiar.
-¡Uy, qué gracioso es usted! –exclama sin ironía.
Conduce mi silla y comenta el paisaje. La hierba le gusta mucho.
-¡Qué bonita está la hierba!, ¿no le parece, Jorge?
-La hierba es así…
-Me gusta pisar la hierba descalza, ¿le importa si me quito los zapatos, Jorge?
-Sí, Federica.
-¿Que sí que le importa o que sí que me los quite?
Me desarma.
-No…, que hagas lo que quieras.
-Pues no me los quito -y sonríe rotunda.
No sé por qué, pero respiro aliviado. No es común que una cuidadora se descalce, así sin más. No me había pasado nunca.
-¿Y qué hacía cuando podía caminar?
-¿Eh? Caminaba… –le digo atónito, y es curioso, porque su pregunta no me ofende-. Incluso subía y bajaba, no sólo llaneaba. Era montañero.
-Y si tuviera que caminar, otra vez más, aunque sólo fuera una, ¿por dónde caminaría?
SIGUE EN ERESFEA
(la imagen, de PETER DENNEN)
1 Comments:
Lo de Josean y la escritura... es increíble :O
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