Saturday, September 23, 2006

Pintor


Jorge me lo dijo antes de empezar el taller: “te conozco y, cuando la veas, sólo querrás pintar su cara”. Le respondí que no, claro, que yo era pintor y estaba acostumbrado a trabajar con modelos. Además, llevaba todo el año dedicado a la anatomía, así que miraba el cuerpo anónimo como si se tratase de un bodegón: los más pequeños matices lumínicos en la piel, las proporciones, el gesto, el color; esas cosas.

Se llama Rita.

Y sí: le regalé el retrato.

1 comment:

  1. si pudiera acordarme de todo12:20 PM

    10,este relato breve y otros menos breves en los que llevo enganchado toda la tarde. Es una pena que hayas desaparecido un mes de abril.

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