Belleza
Una muchacha con abrigo de paño azul oscuro, hasta las rodillas, y cabello largo, liso, castaño –el cabello, así, impedía cualquier lectura de su perfil-, esperaba al número 17 fuera de la marquesina, arrimada a un banco.
Apenas llovía.
Se recogió un poco para abrigarse y me fijé en que guardaba una rosa púrpura envuelta en papel de celofán.
Pero hacía tanto frío.
Seguí mirándola hasta que subió al autobús, protegiendo con su brazo la frágil historia que llevaba en la mano.
3 Comments:
Oh, hay tantas posibilidades para esa frágil historia... ojalá tenga, como en las películas, un final feliz.
Saludos
¿Acaso esto significa que no te vas? :D
Entre otras cosas, no me voy por tí. Ale
¿Ale?, ¿crees que llamo Ale...?, ¿o tú eres Ale?, ¿no te llamabas Javi...? :P
(Más desvaríos, pero ahora en tu blog)
Os dejo saludos.
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