O no nos olvidamos. Ojalá nos olvidáramos siempre... Pero como dice Mario Benedetti más bien nos olvidamos de olvidar. Hay cosas que ni las horas, ni los días, ni las semanas, ni los meses ni los años, ni la vida, ni la eternidad logran borrar.
Todo tiene un precio en esta vida. uno quiere saber, sin más algo, eso sí, algo vital. Y de repente uno se ve escribiendo, como quien no quiere la cosa, frente a un ordenador. Encontrándose historias asombrosas y fascinantes. Otro mundo. Yo también quiero mi mundo sin horas, sin olvidos, con él.
Cuando tenía siete años viCienma Paradiso. Desde entonces, no dejé de verla. (Todavía me suena la melodía...). (Lástima que no se pueda reproducir por este medio):
6 Comments:
Reunión en cinco años, para ver como te sienta la vida.
O no nos olvidamos. Ojalá nos olvidáramos siempre... Pero como dice Mario Benedetti más bien nos olvidamos de olvidar. Hay cosas que ni las horas, ni los días, ni las semanas, ni los meses ni los años, ni la vida, ni la eternidad logran borrar.
Todo tiene un precio en esta vida. uno quiere saber, sin más algo, eso sí, algo vital. Y de repente uno se ve escribiendo, como quien no quiere la cosa, frente a un ordenador. Encontrándose historias asombrosas y fascinantes. Otro mundo. Yo también quiero mi mundo sin horas, sin olvidos, con él.
Cuando tenía siete años viCienma Paradiso. Desde entonces, no dejé de verla. (Todavía me suena la melodía...). (Lástima que no se pueda reproducir por este medio):
Ah! El tiempo...
o no.
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