Deberia caersete la cara de vergüenza
Meses atrás, me pidieron que hablase sobre Sergi Pàmies en un programa de radio. Les dije la verdad: sólo he leído El último libro de Sergi Pàmies. Y así acabó el asunto.
Hoy he madrugado para leer Debería caérsete la cara de vergüenza, primer libro de Pàmies. Hoy, 1 de enero, pues hace tiempo descubrí el extraño y mucho gusto de empezar el año despertando al amanecer, fresco y despejado.
Sin embargo, ayer fisgué en la bolsa de disfraces –costumbre de Pamplona, en Nochevieja (no la de fisgar, que también, sino la de disfrazarse)- tentado de caracterizarme con los restos que quedaron de mi en las ebrias madrugadas de año nuevo. Deconstruirme, pensé, con los harapos despojados de dignidad que resistieron los envites de aquellas noches para recordarme, todavía ahora, cierta tendencia mía a la decrepitud en las madrugadas de güisqui y gintonic.
Pero quería madrugar para leer a Pàmies y, en vez de deconstruirme, pedí a Puppy que me suplantara en la noche oscura, vieja y carnavalesca de fin de año. Tú serás yo, le dije. Yo disfrazado de ti. Y le dejé marchar en mi lugar, sin más instrucciones que el nombre del bar donde habían quedado mis amigos y sabiendo bien que él es abstemio, salvo por la copa de patxarán en el Mus. Le dejé marchar así a Puppy, que era yo, para demostrar al mundo que yo era otro, capaz de disfrutar el jolgorio de postín pamplonés a base de botellines de agua mineral.
Le he sentido llegar a las ocho de la mañana. Cuando he bajado a desayunar, había sobre el taquillón una servilleta con números de teléfono y nombres de mujer, algunos garrapateados con el canto de una barra de carmín y todos acompañados de anotaciones ingeniosas. He ido a hablar con Puppy de inmediato, que leía a Faulkner mientras preparaba el café:
-¿Cómo, Puppy?
- Quedan damas.
La fotografía es de Eduardo Buxens, publicada hoy en Diario de Navarra.
7 Comments:
Nos hacemos mayores. Yo ayer a las doce y media bostezando. Y la cuadrilla mas o menos...
¡Feliz año nuevo!
El año nuevo lo pasarás fresco, pero bien es cierto que un sábado normal también es un nuevo día y que el calendario sólo son mediciones arbitrarias, y no por ello te pierdes un viernes ni un "gintonic". Por cierto, siempre he pensado que gozabas con otros espirituosos. Calderón, jugón (bis).
Qué buen nombre para un libro, suena interesante.
Pero bien que andabas comiendo orejas el día 29 en los Portales...
"Deberia caersete la cara de vergüenza"
¡PAJARO!
Me suena ´Sergi Pamiés de dibujante o guionista de comics, hace muchos años... ¿es ese Pamiés?
Abrazos
Me ha parecido atractivo el título de "El último libro de Sergi Pamiés".
Yo busqué alternativas a la decosntrucción, pero fue inevitable. Lástima que no teía a Puppy cerca. ¿Quedan damas? ¿Y anotaciones ingeniosas?
Buena forma de inciar el año.
Saludos.
P.D.: Abstemio, salvo por el patxarán del mus... jeje.
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