Un año
Con extrañeza descubrí que nada nunca se repite, algo así como quien se percata de la frágil apariencia de lo idéntico a sí mismo. Por eso, cuando por fin aterriza la luna en el casco viejo, las calles cuelgan como puentes. Quedan algunas horas para el día 14; la brisa envuelve el olor acre del alcohol mezclado con orines y las voces y las risas y la música barren el último eco del chupinazo. No estoy, vagan los recuerdos: una sombra. Sólo queda encontrarte antes que el tiempo, pero no otra vez sino la primera vez.
(La foto es de Caravinagre. Hacer clic, hacer)
1 Comments:
¿Eres tu el de la camisola?
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