Un día por la mañana
Un día por la mañana, al abrir la puerta,
encontraste en el umbral los zapatos de baile.
Era para besarlos y tú lo hiciste enseguida
y volviste a sentir alegría después de tantos años,
todas las lágrimas largo tiempo contenidas
ascendieron a tu risa.
Luego te reíste y desde el alma rompiste a cantar
con la tranquilidad de la juventud...
No preguntaste qué hermosa
dejó los zapatos en el umbral.
Nunca lo averiguaste
y, sin embargo, de aquel feliz momento
aún vives con frecuencia...
(Vladimir Holan, traducción de Clara Janés)
3 Comments:
Hoy como comentario, te pego un poema de mi admirado Mario Benedetti, que está pasandolo muy mal en un hospital de Montevideo...
Está dedicado a quien fue su amor durante más de 60 años...
Nos encontramos siendo niño y niña
y nos fuimos queriendo de a poquito
novios conscientes
luego nos casamos y cumplimos 60 años de suerte.
Una mañana ella empezó a extraviarse
no encontraba la casa madrileña
y a mi me fue naciendo la piedad
como una nueva forma del amor.
Un abrazo Javi
Orejillas, gracias por la que me has mandado por comentario. Me ha encantado. Mañana la pongo.
abrazote
Holan, sí; Holan, sí...
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home