Chesil Beah
Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible.
Así comienza Chesil Beach.
En la página 116:
Ella necesitaba sentirse próxima a él para dominar al demonio del pánico que sabía que se aprestaba a aplastarla. Tenía que saber que él estaba con ella a su lado, y que no iba a utilizarla, que era su amigo y era bueno y tierno. De lo contrario todo saldría mal, todo sería muy solitario. Dependía de él para que le infundiese seguridad en sí misma, más allá del amor y al final no pudo reprimir una orden estúpida:
- ¡Díme algo!
Apretar los dientes para leer a un magnífico -y duro, muy duro- Ian McEwan. Porque sí, sí, hay que leerlo.
Nota para ahorrar: Chesil Beah también está editado en Compactos Anagrama (6,7 euros/ 192 páginas)
3 Comments:
Qué interesante es ver que está escrito algo que está yacente en la mente de muchos. Es genial comprobar que el ser humano es igual siempre y en todas partes.
bettyboop
Me gustaría poder leer a tu paso. ¡Devoralibros!
Y no involucrarme tanto como lo hago, saber separar. Saber leer en general.
HUm... Creo que ya tengo el siguiente libro...
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