El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Monday, March 26, 2007

Para dejar de ser un genio. O como dejar de ser un genio.


Fui a la A-7 para echar un vistazo al cuadro (el paisaje, sí, ese que me elevó a la altura de genio). Pero qué sorpresa, qué desastre, qué miedo. Genio caído. Lo que allí había era una masa invertebrada. Un pastizal: todo gris rojizo, gris azulado, gris verdoso; feo.
Le hice un gesto con la mano a Badosa, miró el cuadro.

- Mire, a veces no sabemos parar. Necesitamos que alguien nos diga que paremos. Porque si no, acabamos jodiéndolo todo. La pintura, al final, es igual que la vida.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Pues sí. Y lo peor es no saber el momento exacto en el que todo se ha jodido. El momento en el que se ha perdido el encanto, la magia. Nunca se sabe cuáles son las palabras que han sobrado, qué sonrisa, qué intento... Y lo peor es el silencio que queda luego.

1:01 PM  
Blogger eresfea said...

En estos casos suelo pensar que todo se corrige con un buen plato de lentejas. Y un trago de vino áspero. Ya está.
Los problemas de pensamiento necesitan lentejas.
(¡Funcionan bien tantas veces!).
Hay, eso sí, una salida de pensamiento (y fácil) para estos dramas, pero sé que ya la tienes. Así que me voy, discretamente.

3:50 PM  
Anonymous Anonymous said...

Voy a probar con las lentejas aunque no me gustan nada...

1:14 AM  

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