El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Wednesday, March 21, 2007

palabras


Un hombre (llamémosle como queramos, para evitar prejuicios), en la década de los sesenta o setenta –tal vez antes, no sé- reunió a miles de personas en el campus de una Universidad. Pronunció un discurso –llamémoslo así, aunque no era eso exactamente- que leí por curiosidad hace varios años y del que sólo recuerdo el título: Amar el mundo apasionadamente.
Rozando la treintena, todavía ocurren y se hacen cosas que no entiendo; las veo y me abruman. Cuando son demasiadas las que se echan encima y el peso parece ya insoportable, recurro a aquellas palabras que suenan casi desconcertantes en los días que vivimos: Amar el mundo apasionadamente.

21 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Y lo cierto es que para él, eso, amar el mundo apasionadamente no era una frase bonita ni un título desconcertante, era lo que hacía. Amaba este mundo tal como es. Incluyendo la libertad de todos los que lo habitamos. Eso tal vez sea lo más difícil.

10:36 AM  
Anonymous Anonymous said...

Aquí las palabras clave son "rozando" y "la treintena".

1:12 AM  
Blogger J. said...

Claro, Peter. Porque es la edad que tengo. Pero seguro que a los rozando la edad de Matusalén estaría en las mismas.

3:21 AM  
Blogger Nodisparenalpianista said...

Tiene tela que para no "herir sensibilidades" no puedas decir el nombre del autor del parlamento del que hablas.
El día que salgamos de la trinchera y nos subamos al helicóptero, esto va a ser la conga.
Ni viviendo en el óasis se acostumbra uno a que tanta libertad termine por estrangularnos. Menos mal que el mundo sigue siendo apasionante y que de vez en cuando se deja amar un poco.

9:29 AM  
Blogger J. said...

No, no. No se trata de herir o no sensibilidades. Se trata de evitar prejuicios para ver más allá de los oídos.

Amar el mundo apasionadamente. Eso sólo dice mucho de quien lo dijo.

10:42 AM  
Anonymous Anonymous said...

Un título bonito no debería decir nada de nadie...¿puedes recordar algo más del "discurso"?
P.D Oscar Wilde también amaba al mundo apasionadamente, sobre todo a los quinceañeros imberbes. ¿Acaso no son títulos bonitos "La importancia de llamarse Ernesto", "El retrato de Dorian Gray" o "El ruiseñor y la rosa"?

2:10 PM  
Blogger Nodisparenalpianista said...

J. en mi trinchera si dices el nombre, te garantizas el bombardeo con napalm. Y ni ojos ni oidos, sólo olor a victoria.
Dice mucho de quien lo dijo y de quien lo entiende.

11:30 PM  
Blogger J. said...

El retrato de Dorian Gray, como título no dice absolutamente nada. Y soy pintor. La historia está bien. El ruiseñor y la rosa me recuerda a Joselito. Bueno. En cuanto a la importancia de llamarse Ernesto, pues mira, tenemos al Che, que es más conocido como Che que como Ernesto. El título, "amar el mundo apasionadamente" dice.

2:48 AM  
Blogger Nodisparenalpianista said...

Vale, si, pero no.
Ya me entiendes.
A una cosa le puse, en su día "Elogio del participio" y luego me olvidé de por qué le elogiaba, aunque me sigue gustando, con perdón gerundino.

3:03 AM  
Anonymous Anonymous said...

En castellano puede que "La importancia de llamarse Ernesto" no sea especialmente llamativo, pero el título original en inglés, "The Importance of Being Earnest" es un ingenioso juego de palabras ("earnest" se puede traducir como "serio" o "formal"). Pero un juego de palabras que no se entiende sin el texto de la obra.

3:41 AM  
Blogger J. said...

Bueno, anónimo. Sí. Pero.
"Amar el mundo apasionadamente" dice lo que dice. Realmente, no recuerdo el texto. Pero no importa aquí, porque no hablo del texto en esta entrada. Pienso: "mira, esta es la realidad, ámala con todo tu ser. Involúcrete"
Claro, primero tenemos que saber qué es eso, el amor. Porque no es cualquier cosa. El amor. Quizá sea eso, que no sabemos qué es el amor.

4:00 AM  
Blogger eresfea said...

Escribiré sólo línea y media para sumarme a Peter. Jo, qué intensidad.

7:18 AM  
Anonymous Anonymous said...

Ja, ja, ja. Para "amar apasionadamente" lo primerito de todo es no creerse superior...¿cómo cojones piensas amar apasionadamente si de entrada te crees superior? El amor auténtico es sin raseros. El rollo de olor a victoria y de mártir (va por lo de las sensibilidades) está más trasnochado que el talante de zapatero, mi chico.

8:54 AM  
Blogger J. said...

¿Superior a quién? Eso no tiene mucho que ver con lo que he escrito. Tampoco la sensibilidad. Ni Zapatero. Ni el talante. Tampoco quiero imponer lo que digo, porque el blog no va de eso; ni tampoco de juzgar a nadie, ni de ofender. Cuando digo, "no sabemos qué es el amor" no me refiero a tí, porque no se quién eres y, aun sabiéndolo, no te lo diría.

Quizá el tono no ha sido el adecuado. A mí, lo de "amar el mundo apasionadamente", pensarlo, me sacude un poco, o mucho; me despierta.

10:11 AM  
Blogger Unknown said...

Muy bien explicado, javi.

11:43 AM  
Blogger Nodisparenalpianista said...

Um, Anónimo, el napalm estará gtrasnochado en lo tuyo, pero en mi oasis, si digo lo que pienso, lo que leo, dónde he estudiado y esas cositas, me tan conj un prejuicio entre ceja y ceja que me peinan.
Saberse y poderse enamorar de lo hermoso no creo que sea un privilegio de seres superiores sino vocación para los afortunados.
J. como un libro abierto.

12:00 PM  
Blogger servidora said...

Estoy contigo en que el título es bello. Pero, por encima de las palabras, deben primar los actos. Las palabras se van y los actos quedan, dice el tópico. Las palabras de este hombre son bellas, pero no estoy muy de acuerdo en como las llevó a la práctica :-)

Vivamos la vida apasionadamente, disfrutando lo bueno y lo malo. Aprendiendo de todos y creyéndonos a nosotros mismos.

10:26 AM  
Blogger Allendegui said...

Anónimo, ama al mundo apasionadamente, y olvídate del resto. O si te gusta más, ama y haz lo que quieras.

3:50 PM  
Anonymous Anonymous said...

Bien dicho don Allendegui!
Servidora, créeme, no conozco a nadie, y creo que no lo conoceré, que mejor haya llevado a la práctica estas palabras: amar al mundo apasionadamente. Las llevó a la práctica hasta sus últimas consecuencias y de la mejor manera posible: amando y respentando la libertad ajena por encima de todo. Haciendo él mismo el bien y dejando a los demás absoluta e infinita libertad, sin imponer nada, absolutamente nada. Doy fe de ello. Aunque por supuesto puedes no estar de acuerdo.

5:21 AM  
Blogger J. said...

El verbo amar altera los nervios, veo.

9:26 AM  
Blogger servidora said...

Amor y paz. Di que sí :-)

2:12 PM  

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