El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Sunday, June 24, 2007

Se va, se va yendo


Carta 1:

P.D: No paro de llorar. Te quiero, te quiero, te quiero.

Carta 2:

P.D: Sólo espero el día que vengas aquí, a verme, a estar juntos. No dejo de pensar en ti cada minuto. Te quiero, te quiero muchísimo.

Carta 3:

P.D: Te quiero mucho.

Carta 4:

P.D: Te quiero.

Carta 5:

P.D: Te echo de menos.

Carta 6:

P.D: Te gustaría este lugar.

Carta 7:

P.D: He conocido a alguien que me recuerda a ti. Te llevarías bien con él.

Carta 8:

P.D: Lo siento, lo siento mucho. Siempre habrá un sitio para ti en mi corazón. No ha sido culpa de nadie. Lo sabes.

9 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Triste..pero bonito.

1:41 AM  
Blogger J. said...

Real...

3:43 AM  
Anonymous Anonymous said...

Todo eso, sí pero también terrorífico: da miedo...

3:54 AM  
Anonymous Anonymous said...

Bonito. Triste. Real

¿cómo se hace para aprender a vivir sin las cartas que un día alguien te envió?¿cómo para no vivir esperando la siguiente carta, esa que nunca llegó?

it

4:06 AM  
Blogger María said...

uy... a mi esas cartas me pesarían un montón!!.

6:44 AM  
Anonymous Anonymous said...

Con paciencia it, con mucha paciencia.

7:12 AM  
Blogger Nodisparenalpianista said...

Está muy bien.
¿Continuará?
La carta que nunca mandó. La carta que quedó por escribir.

8:07 AM  
Blogger J. said...

Aquí la receta es tiempo. Y a otra cosa. Eso suelen decir, ¿no?

10:08 AM  
Blogger Nodisparenalpianista said...

Suelen decir tantas chorradas.
Por mucha escalera que te den, el porvenir no siempre es dulce.

1:38 PM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home