Radiante
1
Despierto, María. Radiante, me sorprendo diciendo en voz alta, sin haber mirado todavía el cielo por la claraboya.
2
En quinto curso de E.G.B, Don Julián –el tutor- nos leía cada viernes, a última hora de la tarde, un libro muy viejo que relataba algunos milagros de Nuestra Señora. No recuerdo el título –quizá él no lo dijese nunca- pero sí, por ejemplo, la historia de un artista que, para pintar la imagen de la Virgen, pidió a una prostituta que hiciese de modelo. Y también otra sobre un hombre cruel que, desde pequeño, tenía por costumbre depositar, todos los viernes en la iglesia, una rosa a los pies de María. Han pasado casi 20 años y, sin embargo, aquellas lecturas hierven en la memoria con la misma fuerza de entonces*.
Cuando llegó mayo, Don Julián nos enseñó a rezar el Rosario. Ahora, cuando veo películas o series en las que se recitan las Letanías, aparecen siempre viejitas de negro farfullando, autómatas, algo ininteligible en dudoso latín. Pena de imagen. Triste ignorancia.
Cuánta belleza:
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
María.
*Que cómo acaban las dos historias. Ah.
2 Comments:
Qué bonito, jotin. Esto ha sido impresionante.
bettyboop
Javi que bien escrito esta esto.
Silvi esta en Roma, ayer vieron a nuestro amigo caravagio. Impresionante.
Llamame estoy en Pamplona a ver si podemos quedar con Arnold y tomar algo. Un abrazo fuerte
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home