El flequillo batido
Recuerdo bien aquel verano, el último que pasé con la abuela y en que Miguel Induráin ganó su primer Tour de Francia. La cadena musical le tocó a mi hermano mayor en una tómbola sanferminera. No era gran cosa, pero tenía tocadiscos. El magnetófono Telefunken de papá era muy antiguo y, aunque todavía funcionaba, nunca lo usábamos porque montarlo exigía demasiado tiempo y tanta parafernalia como una carpa de circo. Por eso, lo único que escuchaba yo hasta entonces eran fragmentos de música clásica en cassette. Exagero un poco, claro.
Una mañana de julio, saqué del mueble del cuarto de estar, de entre los discos de mi padre, un álbum blanco que me tenía hipnotizado desde muy pequeño porque nada tenía que ver con el resto. Quiero decir que ninguno de los tipos que aparecía en la portada era, por ejemplo, Wagner: se trataba de otra cosa, una banda de Rock and roll. Lo cogí, quité el polvo de la funda con el antebrazo y coloqué el vinilo en el plato del giradiscos. Al posar la aguja, algo ocurrió.
La primera canción, Act Naturally, la cantaba un tal Richard Starkey y me gustó porque entendía la palabra movie.
En dos o tres años, entre cumpleños, reyes y alguna que otra paga extra, conseguí completar toda la discografía oficial de aquel cuarteto. Compré libros, películas, grabé reportajes y recorté artículos de prensa. Me dejé pelo largo con flequillo batido y patillas, incluso llegué a buscar por todas las zapaterías de Pamplona unas botas de caña corta y tacón que, por suerte, no encontré jamás en ninguna parte. Los fines de semana me encerraba en mi cuarto, subía el sonido de la cadena hasta hacer temblar las paredes y, tumbado en el suelo panza arriba, memorizaba las letras e imaginaba cómo sería la vida un día, allá afuera.
4 Comments:
La cara B de Yesterday. Que no quiere decir que no exista aunque a veces, lo parezca. Es como la cara oculta de la luna, que está pero no se ve.
Siempre me imagino a Ringo como un tipo alegre y optimista; sus canciones me ponen de buen humor.
PD.- Por suerte, por Divina Providencia... no diste con esas botas.
Tengo localizados los botines.
Internet...
Es broma. Es broma.
¿Y cómo la imaginabas? :-)
Es una lástima que no localizaras las botas. En serio.
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