Tanto bien
Se sentó para buscar la página web de un pintor amigo suyo y le dije, vaya, así que es aquí donde escribes. Y él: te doy su móvil y si quieres le llamas. También es raro, así que os llevaréis bien. Habíamos reído y hablado de muchas cosas. Yo permanecía a su lado, de pie, con los brazos cruzados porque no sabía muy bien que hacer con las manos, siguiendo el puntero del ratón en la pantalla. Él dijo algo que no entendí y me volví para mirarle. Es un niño, pensé al recorrer su perfil de arriba a abajo: el arco de ceja, la lámpara en la pupila, la mejilla suavemente picada y ese ademán suyo de aprobación anclado en la comisura del labio; y le quiero mucho, y nadie me ha hecho tanto bien.
2 Comments:
Sí, sí...
Hay quien hace las cosas buenas como sin querer, o sea, queriendo tanto que ni se nota. Qué bien.
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