Todas son maravillosas en las noches claras de verano
Se apoyó en la barandilla y se quitó los zapatos. Se quedó un momento escuchando el fragor de las olas y palpó los bolsillos de la chaqueta y sacó el paquete de Marlboro y el mechero. Encendió un cigarrillo y lo fumó allí mismo. Pasó una pareja. Siguió caminando. Un aspersor le salpicó el costado derecho, pero... qué joder. Contó diez pasos y se detuvo. Sé miró el pantalón y se sacudió la pernera y se abrochó el segundo botón de la chaqueta y reanudó la marcha, tratando de seguir la linea recta que marcaban las baldosas hasta el boulevard.
La fotografía es de Carloxtron
4 Comments:
¿Se abrochó el segundo botón con el segundo ojal? ¿Y la línea recta se torció?
Las salpicaduras de agua en la ropa se secan. También en San Sebastián. Me colaría en la escena, haría el mismo recorrido y creo que me dejaría mojar por el aspersor...
qué joder?
sólo una frase:
'ya te has encoñado de nuevo con faldas nuevas'
El activista incompleto alias 'patricio'
a ver si das un toque y mañana nos vemos si quieres ala noche
Nohombreno, pero Patricio... qué hombre. No.
Te llamo.
Abrazo-te.
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