Apuntes autobiograficos de un dibujante en ciernes
Juan Andrés dibujaba todo lo que le pedíamos, como José Ramón Sánchez, nuestro ídolo entonces, un ilustrador muy popular que salía en el programa infantil de televisión Dabadabada. Por aquellas, tener una caja de rotuladores era un privilegio.
Juan Andrés se acomodaba en el pupitre y nos preguntaba, ahora qué. Le bombardeábamos con nombres de personajes de series de televisión, dibujos animados y películas. Su favorito era E.T. Alberto y yo mirábamos absortos su trazo temblequeante. Nos parecía espléndido todo lo que hacía. Jugábamos con aquellos dibujos como si fuesen muñecos, o los colgábamos en el cuarto de estar, con pinzas en una cuerda de tendal: aquel era nuestro cine paleolítico. Luego nos regalaron el Super Cine Exin, pero nunca tuvo el mismo encanto. Admirábamos a mi hermano mayor. Era un mago. Era el hermano mayor. Alberto también dibujaba mucho pero era más intimista, creó un personaje, un oso genial llamado Pipo que hacía de todo. Pipo futbolista, Pipo cocinero, Pipo profesor...
Con cuatro años, en parvulario, me apuntaron a clases de pintura con ellos. Me sentía importante porque iba a pintar al colegio de los mayores. Hacíamos bodegones, paisajes y retratos a la cera sobre flisolina. Los profesores, Javier y su mujer, eran inseparables y arreglaban nuestros estropicios en un santiamén, aunque a mi no me hacía ninguna gracia que retocasen mis trabajos. Asistimos a esas clases durante dos años. Después, Juan Andrés y Alberto dejaron de dibujar. Creo que encontraron cosas mejores que hacer. Quedó vacante la plaza de artista en casa, así que tomé el relevo, hasta hoy.
(Dibujo original para Me mira raro)
3 Comments:
La técnica del tembleque era para que nadie plagiara mis dibujos. Me acuerdo de aquel cine paleolítico. Colgábamos los dibujos (un precedente de Internet, solo que en vez de colgarlos en la red los colgábamos de una cuerda) y luego íbamos corriendo de izquierda a derecha para verlo a varios fotogramas por metro.
Iba a comentar sobre tus dibujos,y tronch y mezampolazambomba, pero ahora al ver lo de Allendegui, no doy la talla.
Varios fotogramas por metro... genial.
Qué va, orejillas. Claro que das, maestro boguero.
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