Breve historia de un libro
Invertí mi primer sueldo en literatura. Tenía ocho años y había trabajado una tarde con mis hermanos repartiendo propaganda del supermercado por los buzones del vecindario. El libro se titulaba Fray Perico y su borrico, de la serie naranja de El Barco de Vapor. En realidad, lo compré por el autor, que se llamaba Juan Muñoz Martín, como mi abuelo, que había muerto la primavera anterior. Lo cierto es que yo tenía la certeza de que mi abuelo era él y, aquél, su secreto. Me lo imaginaba escribiendo a escondidas, a la salida de la fábrica, con el mono azul y riéndose de sus ocurrencias en una habitación con sólo la mesa y el flexo.
Por eso regalé el libro a la abuela María, para que leyese lo que había escrito en secreto el abuelo. Pero eso no se lo dije.
Todos los veranos me contaba cuántas veces lo había releído, riéndose sola, antes de irse a la cama.
Cada vez que vuelvo al pueblo –ya no está mi abuela, ya no está-, cojo el libro de la estantería del mueble del comedor, lo abro y leo en la primera página:
Para Javi, con el dinero de su primer trabajo.
Mamá.
15-04-86
4 Comments:
Yo también tengo ese libro.
Lo podemos leer juntos. Yo en mi casa y tú en la tuya. O al revés.
Puede que se mala! ;-)
Hola hace ya varias semanas que leo tu blog, aunque nunca escribo, qué gracia me ha hecho ver el libro!! yo también lo tengo, recuerdo que fue también el primer libro que me compré con 9 años qué casualidad!
un saludo desde terras meigas!
Bienvenido al canódoromo, Iripertinente. Aquí, un medio gallego
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