El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Friday, April 06, 2007

Hermana


Tiene razón Iñaki cuando dice que he vivido varias vidas. Y confieso que, al menos en una de ellas, fui una mujer sin nombre.

Hace varios años me telefoneó C. después de los oficios de Viernes Santo: J., necesitamos que cubras la baja de un mozorro. A mi, las procesiones de Semana Santa siempre me habían producido aprensión, cierta tristeza y algo de miedo. Bueno, J., quizá así superes viejos traumas, pensé.

Salí corriendo de Mutilva, sin decir nada a nadie.

Entré en casa de C. -la puerta estaba abierta- y pasé al salón. Había mucha gente que iba de un lado a otro. Por eso no recuerdo quién me lanzó la bolsa con el vestuario, diciéndome:

- Hay un problema. Ejem.

- Vaya.

- El traje no es de hermano.

- Ah.

- Es de hermana.

- Uy.


Pero qué iba a hacer. Me enfundé hábito y capucha, morados, y até como supe aquella soga con nudos a la cintura. No quise mirarme en el espejo. El escudo, que llenaba todo el pecho, era diferente al de el resto de los presentes, todos hombres.

Después, todo ocurrió muy deprisa.

Creo que la procesión empezó en Labrit.

Alguien con walkie- talkie me dio un cirio y una palmadita en la espalda, tome, hermana y colóquese, haga el favor.

Formamos en dos filas de a uno.

Caminábamos despacio -en silencio-, detrás de uno de los pasos, y nos deteníamos de vez en cuando. Para reemprender la marcha, avisábamos en cadena al siguiente: Hermano.

Durante un par de horas atendí con abnegación al susurro anónimo de hermana.

Hermana robusta, por cierto.

Pero sin complejos. Sin traumas. Encantada de la vida.

10 Comments:

Blogger eresfea said...

Ahora puedes comprender mejor eso de que las mujeres son la reserva espiritual de los hogares.

11:19 AM  
Blogger J. said...

Prometo que era tan mujer como la que más. Y todos me trataron cortesmente, aunque miraban los zapatos: "Qué barcas, la leche".

11:32 AM  
Blogger Allendegui said...

J. veo que has implantado la censura!

11:36 AM  
Blogger J. said...

No, Allendegui. Cuando existe respeto no hace falta censura.

Lo que no puedo permitir es que alguien entre en este blog para insultar y menospreciar a otros. No a mí, que me da absolutamente igual, sino a los que me leen y, además, tienen el detalle de comentar las entradas.

Es decir, que no caben los maleducados.

11:53 AM  
Anonymous Anonymous said...

yo me saco los mocos en los semaforos, me rasco los huevos sin pudor y frecuentemente, me echo peos. en definitiva, tó un maleducado. ¿quepo?

2:30 AM  
Blogger J. said...

Si, Jontxu. Con esas cosicas tuyas te quiero. Capes.

5:14 AM  
Blogger eresfea said...

J., tienes toda la razón. Pero la palabra censura da escalofríos... Y he visto cómo la tolerancia no ha funcionado en otros blogs. Si alguien quiere ofender a otros que corra la ofensa por cuenta propia y escriban sus propios blogs.

11:13 AM  
Blogger J. said...

Lo ideal sería la autocensura. Toda opinión es respetable si respeta al otro.

11:33 AM  
Anonymous Anonymous said...

Un travestido en un procesión de Viernes Santo. A dónde vamos a llegar...

1:27 AM  
Blogger J. said...

Llegar llegué. Hasta el final.

2:08 AM  

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