El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Sunday, April 15, 2007

J.L



Las circunstancias nos acabaron separando –se suele decir así-. Pero para entonces, nuestra amistad tenía currículum y una trayectoria de dieciocho años.

J.L no se parecía a los demás niños. En primero de E.G.B, durante el recreo, hablaba de política, o historia, como un adulto. Y lo hacía con la pasión de un líder. Sabía meterse en el papel y, con ese papel nos envolvía a todos. Todos éramos pocos –dos seguidores, dos detractores- porque el resto no le entendía, ni quería entenderle, y se dedicaba a jugar a fútbol, como dios manda, o a lo que fuera.

El futuro se adelantó hasta octavo de E.G.B. J.L y yo sacamos al aula El Diario de la Clase. Aquella fue nuestra primera incursión en el periodismo. El era el director, y se dedicaba a los artículos de opinión e investigación. Yo, redactor jefe, tenía encomendadas labores más ligeras: deportes, tira cómica y pasa tiempos.

Las columnas de J.L eran dardos venenosos, con un toque sensacionalista que enervaba a la masa hasta empujarla a la acción. Sacudía improperios como garrotazos a quien se lo mereciese y enaltecía a ninguno.
Mi sección de Deportes también levantaba polémica, pero porque sólo hablaba del Real Madrid en tiempos de anti- madridismo ( J.L era del Athletic, pero respetaba mis opiniones. Se trataba de estimular las ventas, auque para ello tuviéramos que encrespar al lector).

El teclado de J.L prendió la mecha de una revolución sin precedentes en el colegio, sacó los trapos sucios del subdelegado de la clase hasta hacerlo dimitir. El tutor tuvo que llamar a la calma, evitar el linchamiento público y convocar nuevas elecciones.

Pero no paró ahí la cosa. Del subdelegado, pasó a criticar las actitudes de otras secciones –que lanzaron, para defenderse, otros periódicos, iniciándose así una guerra de medios-. Al final, como algo inevitable, aparecieron en los artículos nombres de profesores. Nadie quedaba a salvo de la mirada de J.L.

Hasta que el coordinador del curso le llamó a su despacho.

Nos cerraron el periódico.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

¿a vosotros nadie os regaló un balón?

3:15 AM  
Blogger J. said...

Sisi. Luego vino el fútbol. Montó un equipo campeón y una peña osasunista.

4:02 AM  
Anonymous Anonymous said...

Y se dedico a tejer gigantescas pancartas y banderas para colocar en el campo. Era diestro con la maquina de coser claro que enseguida la abandonó y se volcó en el manejo del hilo y la aguja para elaborar artesanales pelotas de pelotamano.
F.P.E.

6:06 AM  
Blogger J. said...

F.P.E. Feroz oposición anarquista de tinte pseudosiniestro.

Qué infancia.

Da para novela.

7:03 AM  

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