Tanto vicio adios
L. ha dejado los chicles, o los está dejando, ¿sabes? ya llevo una semana, me ha dicho. Le va a costar, porque desde que la conozco, lleva un Happy Dent en la boca. Valoro el propósito casi como si fuese mío. Muy bien, le digo, si tu dejas los chicles, yo dejo el tabaco.
Trato hecho.
Lo que ella no sabe es que es la única persona que puede desentoxicarme -por mucho que todos digan, tienes que hacerlo por tí-.
Hace un par de años compré el libro Dejar de fumar es fácil, si sabes cómo, para demostrarle a L. mi buena predisposición. No pasé de la tercera página.
Aquella vez lo intenté seriamente, ella estaba delante cuando partí por la mitad un paquete entero de Austin, mira. También cuando fui sacando de la papelera los cigarros, recomponiéndolos uno a uno para luego fumarlos, la mayoría sin filtro. Pero L. no dijo nada, me miró sólo con un gesto condescendiente.
¿Conseguiremos deshacernos de nuestros vicios?
¿Cumpliremos el trato?
Es dificil, pero no imposible.
La fotografía es de Alberto. De izquierda a derecha, el humo y J.
9 Comments:
vaya par. suerte en el "intento".
Tranquilo. La palabra clave es esa, INTENTO.
J. ayer me compré cramelos de menta. La cuestión es no agarrotar la mandíbula.Cuando se acaban se acabaron. Yo que tu me compraría. Son Halls Eucalyptus.
A mi me gustas esos cigarrillos mentolados de plástico. Son decadentes...
J., por fin podemos verte bien en una fotografía. Te imaginaba de otra forma. Yo pensé que te parecías más a Capote.
En realidad el de la foto es Truman Capote.
Ahhh, ya me parecía a mí. Porque al principio pensé que eras tú parecido a Capote.
Oye, Alberto no tiene nada que envidiarle a Robert Capa o a Cartier Bresson.
El posado es robado...
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home