Solo un buen dia
Hacía meses que no salía de noche por Pamplona. Pero John, que es como un hermano, mi hermano pequeño de Athens, ha venido a pasar unos días y le gusta la vida noctámbula tanto como a mi jugar con un palo.
Así que el sábado dimos una vuelta por el casco viejo. He de reconocer que, después de tantos meses en el dique seco, sequísimo, se me había olvidado de qué trataba eso de salir. Además, los años no perdonan y la bebida ahora circula alegre por el corpachón sin apenas alcanzar la cabeza.
Y ves como ella le mira a él y él, en cambio, mira a otro. El otro -que tiene entradas y barbita de dos días- mira a la camarera, que no le hace más caso que el necesario para coger el billete de cincuenta euros y soltarle las vueltas. En la esquina, un corro de chicas baila moviendo el hombro; y qué, pienso, yo sólo se dar golpecitos contra el suelo con el pie. Por lo demás, con beber una copa de lo que sea me quedo sordo, pero eso no supone ningún problema. Mejor así.
Con tanta ley, cerraron muy pronto los bares, a las dos, así que fuimos a donde iba antes siempre cuando ya no había donde caerse ebrio, al Cavas.
Y allí le pedí al camarero Un buen día, de Los Planetas.
- ¿Podrías poner Un Buen Día, de Los Planetas?
- Sí, claro ¿de qué disco?
- Ni idea.
- Pues te pongo Cumpleaños Total, que la pide todo el mundo.
Que es la que pedía todo el mundo hace diez años, pienso.
- Bueno. Pues que sean también dos Heineken.
Cumpleaños Total.
La música me lleva a otra parte, al mismo lugar -al Cavas- pero en momentos diferentes. Me sumerjo en una galería de recuerdos:
- Gonzalo recolectando veinte duros para comprar una bolsa de patatas en la máquina, faltan...ehhhm... quince.
- Aitor tratando de convencer a una azafata de Ballantimes para que le regale una colchoneta inchable de playa -al final, no sé cómo, la consiguió Iñigo-.
- Copas de vino tinto con Mónica y Onneca.
- Despedida de Josean. Le han regalado una gorra de cazador de mariposas y una maleta gigante. Abrazo.
- Encuentro con Laura, cuatro años después de conocernos en el mismo lugar, en una fiesta de periodismo. Me invita a desayunar tostadas en su casa, declino la oferta pesaroso.
- Última vez que veo a Iratxe. Está en la barra con un chico al que coge de la mano.
- Michelle.
- La última vez que entré en el garito fue con Iñigo. El iba unos pasos por delante y se detuvo a hablar con unos tipos mientras yo saludaba a una amiga. Iñigo siguió hacia delante y se colocó en el fondo del bar. Cuando pasé junto a los chicos con los que había hablado él, uno de ellos me cogió del brazo y dijo, extendiendo los brazos: dile a tu amigo que tengo un rabo así de grande.
Eso nos pasa por ir de ambiguos, supongo. Todavía nos reimos, dabo gaaaaande.
Quería Un Buen Día, pero pusieron Cumpleaños Total.
No bailó casi nadie.
7 Comments:
Ya pasa, ya. Será el precio de ser un antiguo.
O que ellos son unos modernos.
Desperté en medio de la noche. Estaba sudado y hacía frío. Oriné vislumbrando mi rostro cegato en el espejo. No había forma de reconciliar el sueño. Las sabanas mojadas, el cuarto desordenado. Debí dormirme.
Cuando volví a abrir los ojos ya era tarde. No llegaba al trabajo. ¿De nuevo? “¿¡Porqué coño no ha sonado el dichoso despertador?! “
No merecía la pena levantarse. Me quedé escrutando los cambios tonales del techo. Las leyes que me rigen se encargaron de levantarme, urgía defecar. Me sentí bien en ese baño tan blanco. Tal vez influyó el placer anal o el sentirme tan normal vaciándome. Creo que mi bienestar se debió a estar realizando algo libre de todo juicio moral.
a ver si te veo esta semana patata. Estoy volviendo a escribir chorradas .Por cierto, a mi en el cabas me dio calabazas una chica muy mona y muy tonta.
javichu ayer me lei de un tirón tres rosas amarillas de Ramon. Me encantó.Super directo.
Te engancharás a Carver, Jose. Me alegra que vuelvas a escribir. Eres bueno. Antes he estado penssando en tu cuadro, el de la modelo. Está bien eso, que vaya y venga a la cabeza, eso quiere decir que dice.
Sin duda, J (punto) me quedo con ser un antiguo mientras me apoyo en el quicio de la puerta o en el billar del fondo para verles pasar y caer, desde mi otoño permanente.
¿El Cavas? Darío saltando con cumpleaños total (por cierto, de las mejores de los planetas), a veces Joseba y una peluca verde.
pd. Buena forma de provocarme J. y de no recordarme. Porque recuerdo que tú y yo estuvimos muchos días juntos en el cavas.
Es cierto, Mónica. Estuvimos muchas, muchas veces en el Cavas juntos. Qué tiempos de caracampus.
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