En el aire
Ha pasado tanto tiempo. Todavía fumo: un paquete diario, a veces más, la dosis letal de plomo, nicotina, alquitrán, benceno y otros muchos venenos que quizá me lleven a la tumba. FUMAR PUEDE MATAR, rezan las esquelas de las cajetillas. Así que cada día muero un poco como todos y otro poco más que todos. Empecé a fumar para no olvidar a M, para que mi boca supiese a M. El humo ocupaba el espacio que dejaba su ausencia.
Ha pasado tanto tiempo.
Y el recuerdo se deshizo en los días, en los meses, en los años, como humo silencioso en el aire.
P.D: Que no engañe lo literario. Empezar a fumar ha sido una de las grandes estupideces que he cometido en mi vida. No dejarlo sería otra estupidez todavía mayor.
6 Comments:
Joder javi! a veces cuentas las cosas de una forma tan bonita que...el fumar se vuelve casi un placer para aquellos que lo odiamos.
Me ha encantado tu entrada de hoy.
Los recuerdos son cosas tan bonitas que...nunca deben ser olvidados, y más si se trata de personas especiales.
Un besazo ESCRITOR
Tú lo has dicho: "fumar PUEDE matar". En cambio, vivir mata siempre...
Las "esquelitas" ésas siempre me parecen más una provocación a seguir con el tabaco que una invitación a abandonarlo. Quizá sea por mi natural cabezonería y tendencia a llevar la contraria.
Pero harás bien dejándolo.
:-P ¿Así mejor? Pues a mí me gusta menos :P
Acabo de llegar aquí por casualidad y lo que he leído hasta ahora me ha gustado mucho. Seguiré explorando con tu permiso...
Un beso
J. Puedes dejar de fumar y debes hacerlo. Y ya! Cuanto antes mejor.
Podrías pasarte a fumar de pipa, que es mas sano y no tiene esquelas.
Pureta!
jajaja
mmmmmmmmm…………………….
voy a echarme un cigarro y un café.
Gurb.
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