El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Friday, August 10, 2007

Que tal tio Verio



El otro día, llamó el tío Verio. Mónica cogió y estuvieron hablando un buen rato. Al despedirse, mi hermana me pasó el teléfono por sorpresa. Quedé mudo durante unos segundos, viajando muchos años atrás, hasta que arranqué -a trancas- un qué tal, tío Verio:

- Qué tal, tío Verio.



"Metíamos los aparejos de pesca en el Peugeot 205: dos cañas; carretes de repuesto; una cesta de mimbre, otra de alambre; cebos, botas de goma, nuestras viseras de propaganda (de una marca de venenos) y los bocadillos. Siempre íbamos Juan Andrés, Alberto y yo; a veces también papá y Miguel.

Subíamos al coche, olía a tabaco; bajábamos hasta el Bar del Magín y cogíamos la carretera de Valvuxan para luego tomar el desvío hacia San Pedro. El run-run del motor, trepando las curvas de herradura, se mezclaba con el zumbido de los árboles -flas-flas-flas-flas- y la música del cassete -siempre el mismo- que tío Verio había recopilado de una montaña de singles viejísimos. Recuerdo algunos artistas: The Tremeloes (My little lady), Mary Hopkin (Those were the days), El tema central de El Padrino y Tom Jones (Delilah).

Durante el trayecto al embalse de A Veiga, tío Verio no dejaba de hacer bromas y juegos de palabras a lo Groucho. A veces, arrancaba a cantar con vozarrón de ogro, o imitaba la voz de algún vecino del pueblo; según el día, también nos hipnotizaba con historias de cuando él era pequeño. Siempre esperábamos que repitiese ciertas expresiones, frases sueltas que ya eran parte de su repertorio habitual, como cuando nos adentrábamos en tramos de carretera mal asfaltados y decía: "se acabó la buena vida". Si nos despistábamos los que íbamos en la parte de atrás, nos hacía cosquillas en el hueso de la risa, "¿de quién es esta pierna?"

Ir a pescar era también el viaje.

Cuando llegábamos a la cola del embalse, desplegábamos el equipo y seguíamos al tío Verio en fila india, corriendo detrás de sus enormes zancadas. Entonces, elegía un sitio: "silencio, que si no no pican". Pero aguantábamos muy poco callados y, aunque al principio el parecía enfadarse, siempre acababa haciendo payasadas. Por supuesto, salvo tardes excepcionales, no pescábamos casi nada: "los peces cada vez son más listos".

Yo me encargaba de introducir los peces en la cesta de alambre. Me daban mucha pena. No quería que muriesen, así que metía la cesta en el agua, sujetándola con una rama. Hasta el día en que la corriente se llevó la cesta y, detrás de la cesta fui yo. Durante unos segundos, agité débilmente los bracitos, resignado a aquél final escabroso. Me sacó el tío Verio, claro: metiéndose él también en el río y cogiéndome fuerte de la mano para levantarme, al fin, como a un atún. El agua no le llegaba a las rodillas.

Si nos aburríamos, nos dedicábamos a otras cosas, como buscar ranas: nos gustaba coger unas chiquititas, de color pardo. Les hacíamos cosas feas:

- Tío, tío Verio, mira que ranas tan pequeñitas

- Quitad de ahí eso, marranos, que no son ranas, son sapos.

Al volver, parábamos en O Bar Pote a tomarnos una coca-cola y cacahuetes."




- Bien, ¿y tú? ¿Pintas mucho?

- Qué remedio...

- ... porque yo no pinto nada...


P.D: La canción tarda 35 segundos en empezar. Merecen la pena.

5 Comments:

Anonymous Anonymous said...

De pequeña, pescaba truchas -los salmones, los mayores-. Y pulpos.
Ahora pesco resfriados y poco más...

3:52 AM  
Blogger mi-tacua-uy said...

Qué linda anécdota. Tu tío Verio se parece mucho a mi tío Alfonso.

6:43 AM  
Blogger María said...

Pues yo ni pesco ni pinto!

7:05 AM  
Blogger Allendegui said...

El mejor post que podías publicar en estos días... Ha sido como viajar al Bollo con la imaginación y recrear todos aquellos ritos que revivíamos año tras año.

12:39 PM  
Anonymous Anonymous said...

Me hubiese encantado haber ido de pesca cn el tío Verio y los demás...No pudo ser. Y ahora...Pues me alegro, como dice Allendegui, por el post. Por lo menos, recordar tiempos mejores.
El relato está genial escrito.

4:17 PM  

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