Alfredotik y la persuasion
Alfredo no se parecía al resto de los residentes del Colegio Mayor. Se rebelaba frente a las normas arbitrarias y su respuesta ante todo lo que se daba por supuesto era: ... o no. Distinguía lo esencial de lo accesorio sin mezclarlos nunca y siempre argumentaba las cosas -por eso protestaba, aunque estuviese de acuerdo, contra cualquier imposición que no fuese razonada-. Es habitual que haya disidentes donde existen reglamentos y, sobretodo, en centros universitarios pero es que el subversivo Alf había cumplido ya los cincuenta y muchos. Como era raro, había quien intentaba reducir su influencia diciendo que estaba loco. Y yo que al oir lo de loco le admiraba más.
En un edificio oscuro donde casi todos dedicaban sus neuronas a las ciencias, Alfredo era un refugio para hablar de las cosas importantes. Y hablando de eso, de las cosas importantes, nos hicimos buenos amigos.
Hoy he encontrado una tarjeta que me dejó una tarde sobre el escritorio de mi habitación. Creo que el texto pertenece a Magris:
PARA JAVIER
LA PERSUASIÓN
La persuasión es la posesión de la propia vida y de la propia persona, la capacidad de vivir a fondo el instante sin la maniática angustia de quemarlo pronto, de atraparlo y utilizarlo con vistas a un futuro que llegue cuanto antes y por tanto destruirlo a la espera de que la vida, toda la vida, pase velozmente…
Quien no está persuadido consume su persona en la espera de un resultado que siempre está por llegar, que no existe nunca…
¿Te sirve para pintar un cuadro? ¿O dos?
A.A.A
Me sirve, Alfredo.
7 Comments:
...como se consigue esa
...capacidad de vivir a fondo el instante sin la maniática angustia de quemarlo...[...]...
...
...se adquiere la persuasion?...
...donde?
...como?..
1. Me gusta lo que cuentas de Alfredo. Y cómo lo cuentas. Ya le tengo simpatía: siempre oigo hablar bien de él...
2. Lo que puso en la tarjeta es... no sé... como una colleja: ¡¡zap!!
3. ¿Para cuántos cuadros dio?
Es muy bonito cómo cuentas la forma de ser de las personas que conociste, los conviertes en verdaderos personajes que dan para llenar un libro entero!
Esa persuasión tiene su contracara peligrosa. Porque es como decir que basta la sinceridad sin verdad. Recomiendo sin descanso la lectura de El Danubio, de Magris, ahí se ven muchos persuadidos, en el buen sentido y en el malo.
Yo también le conozco y es un tipo fenomenal.
Te robo esta foto para mi blog, si necesitas que le ponga un enlace me lo dices. ¡Gracias!
Me robo la foto para mi blog. ¿Sueno persuasiva?
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