El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Thursday, September 06, 2007

La tentacion del bien


Releo con frecuencia la maravillosa serie Magisterio, de Eresfea : guardianes de la memoria; la tentación del bien. Peter, sin hacer ruido. Sin dolor. Sin sentimentalismo.

Y yo sé bien cómo debería ser, sin embargo el simple conocimiento no me lleva a la acción, ni posee la misma fuerza que el resentimiento o el miedo, por ejemplo. Formas de egoísmo, en muchos casos. Por otro lado, cuando me muevo por algo bueno, tiendo a sobreactuar. Ahí está la diferencia entre ser bueno -la superior de las inteligencias, como recuerda José Antonio Marina-, parecer bueno -peligroso- e intentar serlo -que no es malo-.

Por eso pienso en Peter y releo Magisterio. Para recordar que existe la bondad silenciosa, sin aspavientos ni adornos, lejos de espejismos, doctrinas y convenciones. Una bondad que no conoce fisuras y hace verdaderamente libre a quien la alcanza, o la lleva dentro -desde siempre- y no la deja marchar. Tuve suerte de conocerla. Tuve suerte, de Peter.


En muchas ocasiones se escribe para reparar los acontecimientos, para poder decir lo que no se dijo, corregir un gesto, una inflexión de voz, un acto a medias... Para reparar después no haber reconocido antes la verdad de una realidad, o simplemente para pedir perdón (hay mucho negador con el kikirikí del gallo en el oído entre los escritores).
Peter no hacía exactamente esto cuando escribía. Él trataba de resolver las cosas en tiempo real, sin necesidad de recurrir a la oportunidad de la escritura. Quizá por eso era más afilado, más despojado. No arrastraba tantos lastres como cargamos otros.


(Eresfea, guardián de la memoria, fragmento de Magisterio IV: "28 de octubre: algunos boletus edulis y boletus badius, mucha lengua de vaca recién salida, algunos pie azules. A... (robles).")

Peter me regaló la biografía del Che: Está muy bien -dijo-, no quería que se muriese nunca. Abrió el libro por las fotografías: mira el cadáver, ves, parece el de Cristo. Eso me ipresionó mucho.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Me encanta la historia de Peter y el Che. Porque es Peter de los míos. Qué pasa. La tentanción del bien y la tentación de sentir tristeza.

12:29 AM  
Anonymous Anonymous said...

Es fantástico lo que has escrito, Javi -lo de Eresfea también es genial-. Bueno, es que sois un par de fenómenos de la escritura. ¡¡Hale, ya no más flores, je!!

( Estás estupendo en la foto =P )

2:34 AM  
Blogger J. said...

Gracias, Marta. Los maestros -literal- son ellos dos.


(y sin afeitar, además =P)

2:51 AM  

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