Adios
Mordisqueó una esquina de la tarjeta azul y la escupió. Si antes. Le llamo, sí, yo es que. No... no, no, no. Cobarde... eres buf. Vió que le sudaban las yemas de los dedos. Si ella... no, mierda. Mierda. Joder. Qué y qué... y qué. Tomó la decisión, al cuerno. Descolgó el teléfono y marcó el primer número, Acceso Gratuito Fijo y Cabina Español. Colgó. Bueno. Bueno. Se tumbó en la cama y volcó el cenicero, mierda, y cogió el teléfono de nuevo, mierda, y volvió a marcar. Bien. Después introdujo el PIN con cuidado y repasó en voz alta cada número. Se pasó el antebrazo por la boca y luego sacudió la ceniza volcada con la palma de la mano. Esperó un poco, mierda, el tiempo suficiente para escuchar el eco de una voz enlatada de mujer:
Su crédito se ha agotado. Adiós.
10 Comments:
uau!
que intrigante hasta el final!
casi se me parece a mi propia vida!
Pues vaya, he sufrido hasta el final. Y debe ser porque en el fondo somos así.
que bien escrito!! muy real... yo también me he metido en la historia!! un10!
¡Pobre Compresa! =P
"Su crédito se ha agotado". Joder, Javi, hasta las cabinas te lo recuerdan...
Quiero y no puedo (un).
Está bárbaro, Javi. Mucho. Y da un desasosiego...
Genial, J.
Sobre todo por la forma de narrar.
También por la angustia o tensión o sólo malestar...
Qué angustia. Por eso algunos optan por el mensaje de texto, pero no es lo mismo.
Buenísimo.
Que posso dizer Merlin?!
Espero que compres outra tarjeta mágica e possamos nos..falar?
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