El Canodromo

Me han llamado drogadicto, han apostado que era homosexual. Pero nunca he oido decir que sea un genio.

Sunday, August 10, 2008

El estanque


Mevoyacaermevoyacaermevoyacaer. Miraba así yo el estanque que me aterraba, con la punta de los zapatos en el borde de hormigón, la barbilla pegada a la garganta y acariciándome los pulgares con las yemas de los dedos. Me aterraba y sin embargo no quería moverme de allí, atrapado por los destellos hipnóticos meciéndose en el agua ponzoñosa que, con el calor, rezumaba un intenso olor a melaza. Entre mis rodillas lastimadas, alguna ramita, hojas de plátano; efímeras, caballitos del diablo, zapateros; y un poco mas allá, bolsas de plástico, cartones de vino y latas de cerveza. Mevoyacaermevoyacaermevoyacaermevoyacaer.

No recuerdo cómo perdí el equilibrio, ni nada más. Sólo el instante de rara felicidad bajo el cielo agitado, las burbujas, el silencio y luego aquel manto de luz blanca.

2 Comments:

Blogger eresfea said...

Esos zapateros tienen magia.

4:17 AM  
Blogger J. said...

Sí, sí. Son raros, pero simpáticos...

1:05 PM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home