Reflejos en un ojo dorado
Saldo, ocho años después, otra parte de la deuda pendiente con Carson McCullers, a propósito de una entrevista de Paula al escritor Gonzalo Calcedo (otro gran descubrimiento de Josean) para NT, donde enumeró algunas de sus influencias literarias. Se me quedó grabado lo que dijo de McCullers, ella más que mucho otros. Leí por entonces La balada del café triste. Quedan en mi biblioteca, al menos, otros dos títulos: Frankie y la boda y El corazón es un cazador solitario. Les hincaré bien el diente.
De momento, transcribo un fragmento de Reflejos en un ojo dorado (su segunda novela, escrita con 24 años), que acabé ayer:
La mente es como un tapiz ricamente tejido, en el cual los colores vienen de las experiencias de los sentidos y el diseño está trazado por las circunvalaciones del cerebro. La mente del solado Williams era una mezcla de colores y tonos extraños, pero no tenía trazado alguno, carecía de forma.
(En la foto, la McCullers. Difícil encontrar el adjetivo adecuado)
2 Comments:
Te queda 'El corazón es un cazador solitario'... Qué suerte!!
Besos,
Paula
Sí. Y fíjate que ha pasado tiempo de aquella compra en masa. Después de leer "reflejos", me alegra tener todavía buenos cartuchos de McCullers.
Besote!
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