El momento
El autobús de Mutilva siempre baja lleno, sobretodo desde que la última parada es el centro comercial de la Morea. Hace ya diez años que soy asiduo de la línea 17 y, en todo este tiempo, he visto como se transformaban cientos de rostros que, poco a poco, han ido desapareciendo. A veces, imagino las vidas posibles de aquellas miradas, las geografías inhabitadas de los que ya no están.
Creo que es momento de comprar coche.
3 Comments:
Es domingo, y hoy hace de esos días que me gustan. Con sol, pero sin calor, y una pequeña brisa que me anima a cumplir un pequeño sueño cotidiano y recurrente: sentarme en un verde, cerrar los ojos, y durante largo rato intentar oír el silencio que todos llevamos dentro, y que da paz. Como un buda moderno o algo por el estilo.
Como tú, en mi pensamiento idílico también observo a los viajeros de la villavesa, e intento imaginarme cada una de sus vidas y sentirme rodeado de infinitas historias inabarcables.
Pero lo hago desde mi mullido césped, y sin frecuencias de línea ni retrasos que me atormenten. Respiro cuatro veces hondo, pero empieza a llover. Maldita ciudad...
J, cómprate coche.
¿Diez años usando el transporte público? Qué cínico.
Su chofer.
by Eva: _cuando estaba en Bilbao me gustaba sentarme en un banco junto a las vías de la estación de tren,y ver pasar delante de mí(estática), la vidilla que se movía allí,imaginaba las vidas que tendrían esas gentes, que llegaban,que se iban,los encuentros,despedidas,...los peruanos del top manta que llegaban con un saco a cuestas a esconderse en los baños,...
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