Mama
Después de comer, vamos a la sala de estar. La primera en sentarse es mamá. Siempre se pone en mi sitio, a la izquierda, donde está el brazo. Lo hace a propósito, claro, sólo para hacerme rabiar.
Así que siempre se repite la misma escena:
-Mamá, por favor
-Hijo, qué ganas tengo de que te vayas a Bilbao
-Luego me echas de menos
-Qué pesado eres
Entonces se levanta y deja el espacio suficiente para que pueda tumbarme y dormir la siesta. A sus pies.
2 Comments:
Que feo sale este cuadro. Con lo bello que es.
Discrepo del anterior comentario. El cuadro es bello y sale bello. Lo que no es feo nunca puede salir feo. Otra cosa es que en la realidad puedan apreciarse otros matices, más verdaderos.
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