Septiembre
Voy al Eguzki, a por un paquete de Chester. Parece que han pasado tres meses desde ayer y, aquello que antes azul, ahora llueve.
Veo: dos niñas con chubasquero y mochila de ruedas esperando el autobús.
Recuerdo: el olor de los libros recién forrados.
Pienso: no debería existir el primer día de colegio.
2 Comments:
Todavía tengo el olor a forro sedimentado en la nariz. Cómo se pegaban los libros!... y no había forma de separarlos hasta que, con el paso de los días, el plástico se quedaba enteco.
De hecho, yo creo que sólo debería existir el día de fin de curso.
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