La historia de Bella y Marc
Una de las más hermosas historias de amor que he visto y he leído, la protagonizaron Marc Chagall y Bella Rosendfeld. La belleza de la relación, se refleja en la magia que desprenden los cuadros del pintor y, también, en las inmensas autobiografías que escribió cada uno: El primer encuentro, de Bella (por desgracia, el libro está descatalogado) y Mi vida, de Marc Chagall (reeditado hace un par de años por Editorial Acantilado).
La pareja se conoció en 1909, en la casa de los padres del pintor –vendedor de arenques, él; dependienta de una tienda de comestibles, ella-; mientras que la familia de Bella, una de las más ricas de Vitebsk, se dedicaba al negocio de las joyerías.
En Mi vida, Chagall describe la visión de aquel momento:
Su silencio es el mío. Sus ojos, los míos. Es como si ella me conociese desde hacía mucho tiempo, como si supiera todo de mi infancia, de mi presente, de mi futuro; como si velase por mí, me adivinase más de cerca, a pesar de que la véo por primera vez. Tuve la sensación de que era mi mujer. Su tez pálida, sus ojos. ¡Qué grandes son, redondos y negros! Son mis ojos, mi alma.
Bella, a su vez, en El primer encuentro narra así la primera vez que vio a Marc:
Donde pueden se pueden ver los ojos, éstos son azules, como si hubieran bajado directamente del cielo. Son distintos a los de las demás personas, largos almendrados. Están muy separados el uno del otro: como barcos que navegan con independencia. Nunca he visto semejantes ojos. Bueno, quizá sí, en algún libro con ilustraciones de algún animal. Su boca, ancha, muy abierta: las comisuras de los labios llegan hasta las orejas. No sé si va a echar a hablar o si se quiere morderme con sus dientes, blancos y brillantes. Ahora se agacha; realmente, parece un animal que se dispone a dar un salto.
En otro fragmento maravilloso, Bella describe como decoró la habitación de Chagall con flores y telas de colores, con motivo de su cumpleaños. Aún tenía el ramo de flores en la mano, cuando Marc le pidió que estuviera un momento quieta para retratarla. Bella escribe:
Te abalanzas sobre el lienzo, que tiembla en tus manos, sumerges el pincel, aprietas el tubo de pintura (…), me secuestras en una corriente de colores. Unidos, flotamos por la habitación, nos dirigimos hacia la ventana (…). Las paredes, decoradas con telas de colores, dan vueltas, tumbándonos. Volamos hacia el exterior, por campos de flores, por encima de casas cerradas, de tejados, granjas e iglesias.
Se casaron en 1915 y al año siguiente nació su única hija, Ida. La primera parte de la historia duró treinta y cinco años, hasta la muerte de Bella, en Cramberry Lake, USA (1944), a causa de una infección viral.
Ocho años después, Chagall contrajo matrimonio con Vava, pero Bella no dejó jamás de volar en sus cuadros, durante las cuatro décadas que le sobrevivió. Porque, como dijo Chagall, en el arte y en la vida todo es posible, si se funda en el amor.
11 Comments:
Era raro que todavía no hubieses hablado de ellos. Naciste demasiado tarde. Esta no es tu epoca.
La época -ésta puede ser que no sea la mia, o sí- no importa demasiado. Ángela mala ;-).
Eso es lo mejor de nacer "demasiado" tarde, que uno puede elegir en que época habitar. Y hay algunos que eligen habitar hoy en el Paris de principios del XX bebiendo absenta, y mañana en el Hamburgo de principios de los 50 consumiendo anfetas.Este can va y viene.
Está bien viajar en el tiempo, siempre que sepas volver.
A ver gay, serás un genio, pero deja las drogas. Esto se vuelve ñoño por momentos. Los tres últimos posts son de un capitulo de los osos amorosos, o algo.
ps: La historia ésta está bien.
ps2: Mala pinta osasuna, ¿nos queréis coger o que?
Jajajaja. Ya sabes que ñoño soy de siempre. Y fondón. Será que estoy enamorado, yo qué se.Ya sabes lo de hermano guipuzcoano...
Jon, en el fondo, te encanta lo ñoño, no lo niegues...
Sublime. Me hubiese gustado conocer a Marc...
Yo estoy con JOn. Y lo sabes! ÑOÑÑO!
El legado del matrimosio son un par de excelentes autobiografías, algunas citas y las pinturas más bellas que nadie pueda imaginar.
¿Estás de acuerdo con Ñon? Ángela ñonna.
P.D: Yo también estoy con Jon. Menos en lo de genio.
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